COMIENZA EL VIAJE
Cuando tienes ante ti este tipo de aventuras, se te vienen a
la cabeza muchísimos recuerdos de otros viajes que hemos realizado en
temporadas anteriores con el Club. Nuestro periplo en tierras asturianas fue el
comienzo de estas experiencias tan maravillosas. Tineo y Luarca fueron
villas donde nuestro club empezó a
brillar jugando incluso partidos de carácter internacional en sus respectivos
torneos.
En Murcia y Águilas descubrimos otro tipo de torneos, con
otras gentes, con otro clima… con más calor que en Asturias.
Finalmente tras dos temporadas participando en la Costa
Blanca Cup Futsal, nos gusta poder volver a participar en el torneo ya que lo
consideramos muy positivo para el enriquecimiento de nuestros chicos y por
todas las oportunidades que ofrece, tanto deportivas como lúdicas. Benidorm
siempre da muchísimo juego.
Normalmente la noche antes de partir comienzan las mariposas
en el estómago y sé de muy buena tinta lo que comento ya que muchos chicos
estaban ansiosos con que fueeran las 7 y media de la mañana y estar en el
Polideportivo Parque de Lisboa dispuestos a montarse en el autocar de los
sueños.
Y el día llegó, el 3 de julio de 2016 a las 8 de la mañana
nuestro club ponía rumbo a Benidorm, todos repletos de ilusiones y de energías.
Y por supuesto, felices por poder disfrutar de todo lo que íbamos a vivir.
Tuvimos una parada en la mítica área 175, que sirvió para
desayunar e ir haciendo acopio de energías. Siempre nos gusta parar aquí porque
también descubres cuántas personas están también de viaje. Nos topamos con
varios autobuses de chavales jóvenes que seguramente vivirán aventuras
similares a las nuestras. Hicimos varias fotos de recuerdo como es costumbre.
El viaje fue transcurriendo con normalidad, mientras que los
kilómetros pasaban, hubo un gran debate entre Mehdi y Germán que terminó con
aplausos del personal y risas por doquier. Después empezaron los cánticos que
Laplana se encargó de recordar a todo el autocar.
Paramos a comer en el área de servicio La Marina, es
alucinante ver cómo se aprovechan de sus visitantes con unos precios abusivos,
menos mal que la gran mayoría de chavales se llevaba de casa gran parte de su
comida.
A las 15:30h llegamos al punto de encuentro, al Polideportivo
La Illa de Benidorm, centro deportivo que podría ser el epicentro de nuestros
sueños de hacer algo grande aquí.
Nos recibieron Javier y Alfonso, dos personas encantadoras
que se encargan de organizar muchas cosas de este torneo. Realizamos el
checking con su correspondiente control de edad enseñando los D.N.I. de los
jugadores y recogimos toda la información necesaria para nuestra participación.
Nos regalaron unas mochilas con acreditaciones para los entrenadores y un
montón de camisetas conmemorativas para los chicos.
Mientras que Juanjo y yo nos dedicamos a completar este
proceso organizativo, los chavales aprovecharon para firmar en el mural,
hacerse fotos, jugar con las atracciones y hacerse amigos del DJ que amenizaba
esa espera. Nos despidió diciéndonos que éramos unos campeones… seguro que ya
vaticinaba lo que al final iba a suceder.
Después de todo el proceso nos fuimos a nuestro hotel de
concentración, el Hotel La Estación. La verdad que por fuera parece un hotel
muy normalito pero por dentro es increíble. Las habitaciones son muy grandes y
están muy bien iluminadas con grandes ventanas al exterior con vistas de la
sierra de Finestrat y de la ciudad.
Tuvimos que esperar un ratito para poder acoplar a todos los
chicos en sus respectivas habitaciones que estarían en la segunda y tercera
planta del hotel.
Una vez instalados tocaba disfrutar de una tarde de playa en
Benidorm, así que todos con bañador chanclas y toalla para ir a la Playa de
Levante.
Tuvimos mucha suerte ya que el mar tenía olas y pudimos
disfrutar jugando con ellas saltando y buceando.
Tras dos horas de disfrute Gianni nos trajo de nuevo al
hotel, con tiempo de darnos una ducha y bajar a cenar.
En la cena comprobamos las dimensiones del comedor y otros
visitantes ilustres como la expedición japonesa o la expedición del colegio
Santa Susana de Madrid que participaban en el torneo.
El buffet estaba completo y todo el mundo podía repetir de
todo lo que quisiese, algunos fliparon con los postres y con la nata jajaja
Una vez terminada la cena, los entrenadores organizaron un
torneo de Play Station con los chicos y a la hora estipulada llegó el descanso
merecido. Tocaba madrugar al día siguiente y teníamos ganas de debutar con
victoria.
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